AMOR ETERNO II

Aunque muera el tiempo en el umbral de los años,

Y las místicas estrellas no alumbren en el cielo,

Y el  horizonte pierda el  caudal de sus peldaños;

Seguirás siendo la razón insólita de mi anhelo.

Aunque expire el agua  sobre la  mar inmensa,

Y la faz de la tierra sea sólo brizna del camino;

Aunque perezca el viento sobre la brisa intensa,  

Y la grafía de tu nombre sea mueca del destino.

Aunque se hunda el universo y extinga la vida,

Y las alas de las gaviotas abandonen su vuelo;

Aunque del humano jamás cicatrice la herida,

Y sea  la esperanza matiz de simple escalpelo.

Aunque pase el tiempo y nazcan otras flores, 

Y el otoño haya olvidado los influjos del estío;

resucitará eterno el amor de nuestros amores,

En  las reconditeces de tu  corazón y  el mío.

  

Aunque se extingan las aguas de todos los ríos,

Y la mística alondra no pueda su canto entonar,

Y sea la utopía un manto de parcos desvaríos;

Yo que te amo tanto; nunca te dejaré de amar.

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Juan C. Benzán H.

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