LOS POETAS DE TODAS LAS EPOCAS
Hurgando sobre el alma misma de la poesía auténtica y de los poetas de todas las épocas, resulta innegable afirmar que es precisamente en los albores de los Siglos XV y XVI donde nace la inefable revolución del Renacimiento en las artes universales, resultando insoslayable la presencia del denominado Siglo de Oro de la Literatura Española (mayúsculas mías) al igual que la importancia de los grandes clásicos de la literatura hispanoamericana, cuyas obras han servidos análogamente de paradigmas a los ingentes exponentes de las bellas letras de todos los tiempos, incluyendo la época moderna y la contemporánea . De ahí, la muy socorrida expresión de que ¨en el arte todo se ha dicho ya¨.
Soy amante de los insuperables clásicos de las letras universales, de los auténticos exponentes del MODERNISMO (mayúsculas mías). Admiro a Petrarca lo mismo que a Shakespeare, a Machado y a Lorca igual que a Pablo Neruda (Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto) y Gabriel García Márquez, al modernista Rubén Darío igual que a Domingo Moreno Jiménez (creador del postumismo en la literatura dominicana), a mi amigo e insigne Maestro de Maestros Ramón Saba Escritor---Premio Nacional de Literatura, padre del soneto moderno y del soneto perfecto--- al igual que al inmenso Luis Carvajal Núñez (de la UASD, el poeta de la patria mía).
Admiro al consumado poeta sanjuanero Rafael Pineda lo mismo que a nuestro prodigioso Sobiesky De León Lazala, a mis dilectas amigas excelsas poetisas o poetas Nara Canino-Salgado (Universidad de Puerto Rico), Nitin Troncoso (Universidad Autónoma de Santo Domingo), Katia Japa (un prodigio hecho poesía), Daniela De La Cruz Gómez (escritora con pluma de exquisito diamante, Productora de Programas de TV dentro y fuera de nuestra amada Quisqueya), a la consumada poeta Nery R. Estevez y la talentosa escritora amiga Zenn Ramos (Agente Cultural, editora de periódico en New York), a mi dilecto amigo e inmenso poeta de Medellín y del universo José Ignacio Restrepo, a mi querida amiga poetisa mexicana o mejicana Noemía Mía.
Admiro intensamente a la majestuosa cantautora poetisa chilena y del mundo Mónica Tapia Espinoza, al igual que a la inmortal Santa Teresa de Jesús y a Gabriela Mistral; a nuestra insuperable Salomé Ureña de Henríquez como a la gigante inmortal poeta de Puerto Rico y del universo Julia Constancia Burgos García (Julia de Burgos).
De manera análoga también me encantan las letras de nuestro dilecto amigo y admirado poeta José Luis Calderón al igual que la prosa poética de mi hermano Juan Tobias Leon Ortega y de Jose de la Rosa, las plumas de diamante de nuestras maravillosas amigas poetisas, la beldad de beldades escritora Susana Gautreau De Windt y el Sol de América, nuestra excelsa Sol Lora. Alina Galliano me mantiene preso en la lira de sus versos magistrales, al igual que la consagrada prolífera escritora y gestora cultural amiga, de la ciudad de Santa Rosa de Toay, La Pampa, Argentina, y de todo el universo, Lila Nilda Klundt; admiración que también siento por la meritísima talentosa poetisa e incansable gestora cultural de la República Dominicana radicada en Puerto Rico Virginia D. Sánchez (una gloria del sur de nuestro país y de América entera). Me alimento en el escalpelo sigiloso de la lira sutil de nuestros poetas Ramon Oviedo , Jael Uribe , Jennet Tineo. Admiro el inmenso acervo cultural y humano de nuestro prestigioso amigo Dr. Jorge Piña (abnegado estudioso del psicoanálisis de Sigmund Freud y destacado metapoeta) al igual que el enorme genio e ingenio de mi querido hermano José Enrique Méndez (talentoso metapoeta nuestro e incansable gestor cultural).
Me fascinan los extraordinarios exquisitos cuentos de Fania J. Herrera lo mismo que los magistrales de Ramón Saba; la cautivadora prosa encumbrada del Sátrapa Ilustrado al igual que la del genial insigne maestro Juan Emilio Bosch y Gaviño; los óptimos escritos del léxico rebuscado como los auténticos del estilo sencillo.
En síntesis; admiro la óptima literatura de los grandes clásicos del universo, la de los genuinos exponentes de La Poesía Sorprendida, del Modernismo innovador, del Postumismo liberador y de la metapoesía; los de las épocas moderna y contemporánea; mas, mientras más abrigo la augusta solemnidad del humanismo de nuestro colosal Pedro Henríquez Ureña, con mayor intensidad detesto la sombra retinta de la literatura amarilla, peculiar del parco desatino de inicuos, malvados y serviles, que anteponen sus intereses particulares a los sagrados intereses de la patria desventurada.
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