PANEGIRICO A LA PROFESORA INMORTAL

.......PANEGÍRICO A LA PROFESORA INMORTAL.......------------------------------------------------------------------            .......Por Juan C. Benzán H..............----------------------------------------------------------------

CÁNDIDA INÉS SUZAÑA HERRERA

(1 de Diciembre, 1928 - 14 de Mayo, 2015)

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MAESTRA INSIGNE, PARADIGMA DE ABNEGACIÓN, MANANTIAL DE TERNURA Y DE FIDELIDAD, DEFENSORA DE LA PATRIA Y DE LA SOCIEDAD, PORTENTO DE SOLIDARIDAD EN DEMASÍA,UN ENTE HUMANO EXTRAORDINARIO.

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¡Descanse en Paz, Maestra de Maestros!

Sentí el presagio de que iba a perderte;lúgubres acentos nublan el pensamiento,y como un raudal de penas y de muertese posa tu ausencia en mi sentimiento…--------------------------------------------------------

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Hoy no se puede cantar: Ha fallecido nuestra eterna Prof. CÁNDIDA INÉS SUZAÑA HERRERA. Con ella se nos ha ido físicamente un augusto y solemne icono de la Educación Nacional; un ente humano extraordinario, paradigma de abnegación y de solidaridad con las nobles causas de la sociedad.

Ahora comprendo que la vida es un soplo brusco hacia la muerte; un peldaño de rocas carcomidas por el tiempo; un horrible fantasma que finge ser realista; o tal vez, un conjunto de instrumentos musicales, sin música ni canto.

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Cándida Inés Suzaña Herrera nunca aspiró aunar riquezas materiales, ni a descollar como figura pública. Jamás ostentó porque nunca le interesó, un sitial encumbrado en los estamentos estatales ni en los carriles de la política partidaria, aunque siempre abrió las puertas de su noble hogar y los destellos de su luminosa escuela y de su dilatado acervo cultural y humano, para dejar entrar y germinar la cimiente de las genuinas ideas revolucionarias, en su incesante aspiración de aportar, con su ejemplo y sus principios, a la tangible consumación de una mejor República Dominicana; más justa y próspera, para todos los que preñados de orgullo inexhausto como ella, ostentamos el sagrado gentilicio ¨dominicano¨.

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No obstante lo antes expresado, Cándida Inés Suzaña Herrera ostentó y cristalizó en demasía todas las virtudes de que es susceptible o dable a la naturaleza humana, porque nuestra hoy fenecida inmortal Maestra de Maestros, poseía con creces la grandeza inconmensurable a que puede aspirar el más colosal de todos los seres humanos: MI MAESTRA INÉS FUE UNA MUJER INTEGRA Y BUENA.

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Si aplicamos el escalpelo del análisis a la límpida trayectoria de nuestra Maestra de alma blanca y de corazón gigantesco, a quien hoy espera fascinado el Todopoderoso u Omnipotente para acogerla en la sacrosanta alcoba de su lecho paradisíaco, resulta cabalmente insoslayable otear sobre el pulcro legado, que a su meritoria familia Cándida Inés Suzaña Herrera dejó esculpido sobre los surcos fecundos de las entrañas mismas de la faz de la tierra.

Cándida Inés se entregó por entero a su familia y análogamente a otros seres necesitados de su entorno y contorno, a los cuales dedicó todo el esplendor y el ejemplo imperecedero de su vida de mujer meritísima e insuperable, hasta el extremo de que nunca llegó a casarse ni a compartir relación conyugal; mas contrajo nupcias infrangibles con los preceptos éticos, sobre los cuales instilan los auténticos valores humanos, por cuya razón fue madre, padre, abuela y fiel amiga de todos los párvulos de su prestigiosa familia y de otros seres a quienes adoptó como tales, protegió y nutrió con el sagrado pan de la enseñanza, de la alimentación y de su cálido abrigo, a muchos de los cuales condujo hacia el anhelado estatus de profesionales distinguidos y a fungir como entes de innegable prestigio en la hoy destartalada sociedad dominicana.

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Sin albergar la más ínfima intención de pecar de hiperbólico, es justo dictaminar en estos aciagos instantes de luto y de congojas, que resulta insuficiente el universo de todas las palabras que conforman el conjunto de todos los idiomas, para poder expresar con la certeza necesaria, la grandeza inmensurable de nuestra hoy fenecida Cándida Inés Suzaña Herrera, quien hizo de su vida y del magisterio, el más límpido y augusto sacerdocio.

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Finalmente, en nombre de la familia de la insigne profesora extinta, y en mi propio nombre (valga el pleonasmo), quiero expresar el más rotundo agradecimiento al universo de los familiares y amigos que hoy nos acompañan en estos tristes momentos de angustia y de intenso dolor.

¡Descanse en paz, Maestra de Maestros!¡Descanse en paz, Maestra Insigne!

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Panegírico escrito y pronunciado por el         --Prof. Juan C. Benzán H.             15 de Mayo, 2015.