!Qué inmensa eres mi eterno e ignoto amor!
Escribiré un comentario apropiado sobre la enviada hermosa joya del género literario que considero más difícil, donde brillas con excelso esplendor ese universo de belleza que abrigas en el seno de tu alma, en el interior de tu esencia de mujer hermosa y tierna, como el rayo de luz que besa sigilosamente el perfil de cada mañana; como la estrella rutilante que oferta sus místicos destellos al manto de la noche lúgubre, cuando el esplendor de la luna alza su místico instilar sobre la faz del firmamento estrellado.
Me confieso enamorado de tu pluma y de tu alma; análogamente, de manera inefable he de alzar el vuelo sacrosanto que ha de conducirme al lecho paradisíaco de todos tus encantos, en aras de poder convertirme en lo que considero merecer y que mereces con creces: Ser al fin, realmente feliz, y hacerte partícipe de esa felicidad... !Dios te bendiga por siempre bien mío!.
Me confieso enamorado de tu pluma y de tu alma; análogamente, de manera inefable he de alzar el vuelo sacrosanto que ha de conducirme al lecho paradisíaco de todos tus encantos, en aras de poder convertirme en lo que considero merecer y que mereces con creces: Ser al fin, realmente feliz, y hacerte partícipe de esa felicidad... !Dios te bendiga por siempre bien mío!.
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